El Ayuntamiento de Villa de Mazo ha puesto en marcha, desde que se decretó el estado de alarma varias medidas para paliar los efectos de la crisis provocada por la COVID-19 en la sociedad y empresas del municipio. El grupo de gobierno ha dado prioridad al pago de proveedores con el objetivo de ayudar a la economía de las empresas locales, además de reforzar el servicio de ayuda a domicilio con la contratación de dos profesionales, y la Residencia de Mayores con la contratación de una gerocultora.
El Ayuntamiento defiende la necesidad de trabajar por el bien común en el contexto de esta crisis para sacar adelante las medidas necesarias para superar esta situación. Por eso, desde el equipo de gobierno se hace un llamamiento a los grupos de la oposición a colaborar en esta situación excepcional.
La Corporación local explica que se ha reunido telemáticamente con los portavoces de la oposición para informarles acerca de las medidas adoptadas por el grupo de gobierno en todo momento, con el objetivo de mantener la transparencia de la administración a lo largo de todo este proceso.
Además, se ha explicado en reiteradas ocasiones que, debido a las actuales circunstancias, no se podido convocar un pleno, aunque la institución trabaja para poder desarrollarlo lo antes posible en las condiciones legalmente establecidas y con todas las garantías de seguridad.
Según un informe de la Secretaría del Ayuntamiento, el Real Decreto 643/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma, se suspenden los plazos administrativos y se mantienen los servicios mínimos y obligatorios a la ciudadanía, así como aquellos que sean de carácter esencial para mantener la dignidad humana individual y colectiva.
En el documento se expone, además, que «lo que no parece razonable es la celebración de sesiones de órganos colegiados de modo presencial, sin poderse mantener las medidas y/o recomendaciones dictadas por las autoridades competentes para evitar el riesgo de contagio».