El Camino de San Blas

Autor: FRANCISCO JAVIER TABARES MARTÍN

Con el presente trabajo he tratado de profundizar mis conocimientos sobre mi isla de La Palma, y al mismo tiempo compartirlo con todos aquellos que como yo son amantes del senderismo, el contacto con la naturaleza, la cultura, los bienes de interés cultural y tradiciones. 

El Camino que vamos a seguir a lo largo de estas páginas trata de realzar la naturaleza con la que contamos, desarrollar un poco más, si cabe, el gran patrimonio que posee la isla de casi mil kilómetros de senderos debidamente balizados y en buen estado, conocer al mismo tiempo el patrimonio religioso que reina en todas y cada una de las parroquias que existen alrededor de la Isla, y como no, desarrollar el turismo activo de contacto con la naturaleza y que a la vez sirva como motor para dar impulso a la economía de nuestra isla en aquellos lugares más alejados de las zonas más habitadas, con la creación de nuevos puestos de trabajo y activando sectores de mercado que están sin desarrollar en muchos lugares de nuestros municipios. 

Al mismo tiempo, serviría para conectar los catorce municipios de la isla por medio de los senderos oficiales establecidos (en la mayor parte de la Ruta), y con ellos los templos con sus respectivos santos patronos o patronas en cada caso, y dar a conocer nuestra isla de una manera diferente que en coche por la carreteras, ya que poseemos una muy buena red de senderos que permiten conocer la isla en contacto con la naturaleza, desarrollando un turismo activo y por último revitalizando las zonas por donde pasa la ruta desde un punto de vista turístico, lo que lleva consigo tanto la restauración como el alojamiento, y en este segundo apartado darle vida a los albergues que se encuentra en nuestra isla y que en estos momentos no se están utilizando como tales.

Por tanto, con el “Camino de San Blas” se pretende dar a conocer varios aspectos de nuestra isla que quizás puedan pasar desapercibidos al turista “convencional” que nos visita e incluso a los propios palmeros, que están acostumbrados a ver la isla desde otro punto de vista.

Objetivos del Camino

01

En primer lugar, con la ruta pretendemos dar a conocer un poco tanto las parroquias de nuestros municipios como los patronos y patronas que tiene cada una de las mismas en los catorce municipios que componen nuestra isla.

02

En segundo lugar, y si el caminante no es católico o no le interesa la religión,
puede asimismo seguir la ruta indicada para que de esta manera pueda conocer los catorce municipios de la isla en las 11 jornadas en las que está planteada la ruta,
siempre (salvo pequeños desvíos) siguiendo los senderos oficiales que están debidamente señalizados en nuestra isla, ya sean los de Gran Recorrido (principalmente la ruta recorre el GR 130), los de Pequeño Recorrido o incluso los Senderos Locales. Desde mi punto de vista con el mismo no se daña nuestro medio ambiente, sino todo lo contrario, hace que los senderos deban estar cuidados para que esto minore los riesgos de los senderistas. 

03

La ruta pretende también dar vida a los albergues que desde mi punto de vista han sido abandonados progresivamente a lo largo del tiempo (estando de hecho varios de ellos en desuso), ya que, contado con los propietarios de los mismos, se pretende que se pueda hacer noche en todos ellos por entender que los mismos son, entre otros, para los caminantes que quieren conocer la isla de la forma primitiva, esto es, andando.

La ruta está pensada en 11 jornadas con sus respectivas noches y tratando, siempre que se pueda, de hacer uso de los albergues públicos para pasar la noche, comenzando y terminando en el municipio de Villa de Mazo, y más concretamente en su templo parroquial de San Blas (de ahí su nombre) 11 días después de la salida. 
El motivo de considerar el principio y final en el templo parroquial de San Blas no es otro que aquel que considerar que San Blas fue médico en su comienzo y dominaba las prácticas de su profesión con gran maestría, y a medida que comenzó limpiando llagas y aliviando dolencias corporales el contacto humano le fue haciendo profunda mella, lo que le llevó a una mayor estima de los valores trascendentales de la persona, y por lo tanto fue médico de almas y cuerpos, y se le considera protector y abogado de los enfermos de la garganta principalmente debido al episodio del “niño de la espina”, y al mismo tiempo era amante de la naturaleza y de hecho acudía a una cueva solitaria que había en una montaña llamada Monte Argeo donde pasaba largas horas de paz en comunicación con la naturaleza y con Dios, por lo que se pretende que esta ruta sirva también para estar en contacto con la naturaleza, y al mismo tiempo con Dios, ya que mientras se camina se puede meditar, orar o simplemente contemplar nuestro alrededor de una forma diferente a la que estamos acostumbrados en el día a día.

Información de interés

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