La Sabina
EXTENSIÓN: 9,81 Km2
DESCRIPCIÓN GENERAL: La Sabina es uno de los barrios centrales del municipio que carece de zona costera. Limita al Este con Lomo Oscuro y San Simón, al Norte con El Pueblo y al Sur con Malpaíses, más concretamente con Tirimaga. Por la estrecha franja de monte, al Oeste, el barrio limita con El Paso. A pesar de no tener costa es un barrio amplio y posee abundantes recursos, sobre todo en su parte alta.
La Sabina, por su orientación dentro de la orografía insular, está sometida al influjo constante de los vientos alisios, que descargan allí toda su humedad. Por ello, es muy típica de esta zona la imagen umbría del paisaje siempre acompañada por la nubosidad. Este hecho ha favorecido la proliferación de un extenso Monteverde que domina la parte alta del barrio. Este monte ha soportado los aprovechamientos forestales constantes, siendo años atrás muy comunes los cortes a matarrasa. Hoy prácticamente están en desuso y el bosque se ha recuperado. Desde el punto de vista ecológico esto ha supuesto el avance de la vegetación, pero por otro lado, culturalmente se está perdiendo la estampa agraria que antaño caracterizaba los montes de nuestro municipio.
Como recurso natural y paisajístico destacamos la silueta del Roque Niquiomo. Se trata de un domo fonolítico, totalmente tapizado de vegetación en su cara Norte y desnudo por la Sur, que domina las panorámicas de la zona alta de La Sabina. A sus pies existe una sima volcánica con una fuente en su interior, usada desde tiempo remoto por los vecinos del municipio. El Roque Niquiomo, goza de gran popularidad entre los macenses, siendo uno de los monumentos naturales con los que la población más se identifica. Cercano al Roque se alza la silueta de la Montaña Vinijobre, también bastante popular entre los vecinos de la Sabina, y que desde siempre ha sido explotada desde el punto de vista agrícola y ganadero. Ya en la zona de El Calvario, La Sabina comparte con El Pueblo la Montaña del Estudiante. Esta última fue repoblada en su momento con Pinus radiata, los cuales impiden hoy el desarrollo del Monteverde ecosistema propio de la zona. Desde esta montaña se obtienen unas bonitas panorámicas de los viñedos de San Simón y Callejones. Otro lugar muy conocido del barrio y de gran valor natural es el Llano de Las Moscas.
La ganadería aún hoy está muy presente en el paisaje del barrio, y, al transitar por cualquiera de las pistas que recorren el monte, es fácil encontrarnos numerosas cabezas de vacuno pastando. Aunque que sea un sector venido a menos, La Sabina cuenta con la mayor extensión de suelo ganadero del municipio. Por otro lado, la agricultura ha sufrido un abandono aún más drástico, limitándose ahora a frutales y hortalizas, cercanos a las viviendas, y a algunas plantaciones de forrajeras (tagasaste principalmente) en el monte. El paisaje agrario de La Sabina es un claro exponente de una agricultura de subsistencia, de huertos familiares con múltiples especies hortícolas y frutales templados, con pequeñas unidades ganaderas (cabras, conejos y gallinas) para aprovechamiento familiar. Quizás la zona que aún mantiene un marcado carácter agrario sea El Calvario, donde es frecuente la presencia de huertas con papas y hortalizas, así como numerosos frutales. En esta zona han proliferado los cuartos de aperos ligados a las explotaciones agrarias.
La Sabina cuenta con amplia representación de arquitectura tradicional, sucediéndose a lo largo de todo su territorio los ejemplos de viviendas, aljibes, eras, etc. Merece destacar la presencia, en torno a la carretera general LP-206, de las típicas viviendas indianas. Este tipo de viviendas es común a lo largo de todo el municipio, pero son especialmente abundantes en este barrio. En épocas pasadas La Sabina fue ampliamente conocida en toda la Isla por El Salón de Baile, aunque también existieron en estas viviendas colegios y tiendas de víveres. Afortunadamente, la casi totalidad de estas construcciones han sido rehabilitadas o restauradas respetando su tipología original, pudiéndose aún disfrutar de su magnífico reparto de volumetría, diseño de dibujos en las ventanas, patios, escaleras, etc. Estas viviendas forman parte del patrimonio arquitectónico municipal que debe ser protegido y valorado en su correcta medida.
Los nichos de cruz también están presentes en el barrio, siendo muy conocidos entre los vecinos los ubicados junto al camino real GR-130, conocido aquí como Camino Viejo. Justamente este camino, a su paso por el barrio, ha sido asfaltado y comunica la parte alta de La Sabina con el vecino Tirimaga. A pesar del asfalto aún hoy pueden verse los muros de piedra seca que limitaban el viejo sendero. Paseando por él es posible también disfrutar de elementos del patrimonio rural como pajeros de piedra seca, viejos hornos, etc. No es éste el único sendero relevante en el barrio. A pesar de que hoy muchos de ellos están totalmente intransitables, en La Sabina, como en el resto del pueblo, abundaban los caminos que discurrían en sentido vertical, para facilitar el aprovechamiento de todos los recursos que el territorio ponía a disposición de los vecinos, algunos de los más conocidos son el Camino de La Hoya o el Camino de La Madera.