Monte Pueblo
EXTENSIÓN: 0,52 Km2
DESCRIPCIÓN GENERAL: Monte Pueblo es un barrio pequeño, que gracias a su posición estratégica dentro del conjunto municipal cuenta con bastante popularidad entre los vecinos. Su cercanía a El Pueblo y su benevolencia climática ha propiciado que desde siempre sea un barrio bastante habitado, ya que pese a sus reducidas dimensiones cuenta con 276 habitantes. Se localiza entre Callejones, con el que limita al Sur, El Pueblo y Poleal con los que limita al Oeste, Monte al Norte y Lodero al Este.
El reducido tamaño del barrio hace que no existan muchos valores naturales destacados como puedan ser conos volcánicos o formaciones vegetales de interés. Sin embargo, merece la pena destacar como valor natural de este barrio la presencia de un reducto de bosque termófilo en las cercanías al Pueblo, junto al barranco de San Blas. El hecho de pertenecer a una hacienda privada sin duda ha favorecido su conservación hasta nuestros días. En este reducto podemos encontrar ejemplares de barbuzanos, acebuches, espineros, mocanes, fayas, etc. El Callejón de Judas con el que limita la finca nos facilita la percepción del bosquete, al que es difícil acceder por estar limitado el paso mediante vallados.
Culturalmente destacamos en este barrio la silueta de El Molino, que sin duda marca el paisaje del barrio. Se trata de un molino de viento, el único capaz de funcionar aún en nuestro municipio. Fue construido por Isidoro Ortega. El molino data del siglo XIX y en sus orígenes conformaba un importante complejo artesanal y empresarial para la zona donde se concentraban una zapatería, tienda, herrería, panadería, carpintería y el molino de viento, llegando a albergar una molina para cereales y obtención de harina. El empeño y sensibilidad de sus dueños, descendientes del inventor, ha propiciado que lleguen hasta la actualidad muchos de los utensilios de los múltiples oficios que se desempeñaron en el inmueble en cuestión. Hoy la familia Cabrera Ortega, es la propietaria y ha hecho del lugar una obligada visita en Villa de Mazo, donde además el visitante podrá disfrutar de una magnífica representación de reproducciones exactas de cerámica aborigen y popular.
La presencia de haciendas en la zona queda manifestada por la presencia de viejas portadas que daban la bienvenida a las casonas. Hoy algunas de estas casonas permanecen casi en ruinas mientras otras han sido rehabilitadas por sus propietarios, en cualquier caso, lo que queda patente en el paisaje de Monte Pueblo es la posición social de sus primigenios habitantes.
Entre viñedos y viviendas resaltan elementos tan interesantes como callejones empedrados como el Callejón de Judas, nichos de cruz, aljibes y viejas viviendas perfectamente integradas en el paisaje, haciendo que merezca la pena dar un paseo por los rincones de este pequeño barrio.